Después de toda una vida trabajando por fin se acerca el momento en el que le dirás adiós definitivamente a las obligaciones propias del trabajo y te dedicarás a disfrutar del fruto de tu esfuerzo. La jubilación es el momento soñado tanto para trabajadores por cuenta ajena como para autónomos, pero para poder disfrutar de ella lo mejor posible es necesario contar con una pensión adecuada que te permita mantener tu estilo de vida.
La cuantía de la pensión pública de jubilación depende del tiempo que hayas cotizado y de las cuantías cotizadas. Pero antes de poder empezar a cobrarla debes realizar una serie de trámites y presentar una documentación ante los organismos públicos para que cuando llegue el momento la Seguridad Social te pague tu mensualidad como pensionista.
6¿Y si la pensión no es suficiente?
La viabilidad del sistema de pensiones está en la cuerda floja, así que de cara al futuro no deberías confiar en que tu pensión vaya a ser suficiente como para cubrir tus necesidades básicas y las de tu familia, ni aunque aumentes tu base de cotización. En estos casos conviene ser precavido y buscar alternativas.
Puedes empezar a ahorrar ya para la jubilación, bien a través de productos específicos como los planes de pensiones o por otras vías como la inversión. Y si esto tampoco fuera suficiente, siempre puedes acogerte a modalidades como la jubilación activa, en la que pedes compaginar el cobro de una pensión pública con seguir trabajando.
Ya lo sabes, solicitar tu pensión de jubilación es muy sencillo. Puedes hacer el trámite tú mismo e incluso sin necesidad de pasarte por una oficina del INSS, y la gestión se resuelve pronto. Lo complicado es que la cuantía que te quede de pensión sea suficiente, así que no lo dejes para última hora y empieza a buscar vías que aseguren tu libertad financiera cuando termines tu vida laboral.
