La cuota de cotización a la Seguridad Social se puede convertir en algunos casos en una auténtica pesadilla para los autónomos. En el sistema actual estos profesionales pagan una cuota fija todos los meses con independencia de los ingresos que genere su actividad, esto implica que tienen que pagar incluso en aquellos casos en los que no han ganado nada.
A ningún autónomo le agrada tener deudas, pero mucho menos si la cantidad debida está pendiente de pago con la Seguridad Social, ya que en estos casos comenzarán a aplicarse recargos que al final harán que la cuantía debida sea mucho más elevada. Y si ya cuesta pagar la deuda, es mucho más complicado poder abonarla si la cuantía de la misma sigue subiendo y subiendo según pasa el tiempo.
1Tener deudas con la Seguridad Social es una mala idea
Lo primero que debe tener claro el autónomo es que cumplir con el pago de la cotización es algo totalmente obligatorio. De hecho, tener deudas con la Seguridad Social es algo que pueden tener efectos a muchos niveles. La Administración aplicará un recargo sobre la cantidad debida e incluso puede llegar a embargar los bienes del deudor si este no paga voluntariamente.
Por otro lado, no hay que olvidar que si se tienen deudas pendientes no se podrá acceder a ciertas prestaciones a las que se tiene derecho. Por ejemplo, el autónomo que se quiere jubilar no cobrará su pensión hasta que no haya pagado todas las deudas que tenga pendientes con la Seguridad Social.
Nadie se escaquea de pagar a la Seguridad Social, si has dejado algo pendiente ten por seguro que te lo van a acabar reclamando tarde o temprano, y cuanto más tardes en pagar lo que debes más crecerá la cuantía pendiente.