Más allá de saber hacer su trabajo, el autónomo tiene que estar al tanto de una serie de conceptos básicos que son imprescindibles en su día a día. Si es importante controlar términos técnicos relacionados con la tributación, como la diferencia entre no sujeto y exento, también lo es controlar cuestiones que afectan a la facturación, como el tema de los suplidos y los gastos reembolsables.
No es nada raro que un autónomo tenga que incluir suplidos en sus facturas y que tenga unos gastos reembolsables por parte de su cliente, así que debe saber gestionarlos para asegurarse de que su contabilidad es perfecta y no se queda sin cobrar nada a lo que tenga derecho. Por eso, vamos a ver estos conceptos con más profundidad.
3Diferencias esenciales entre gastos suplidos y gastos reembolsables
Tal y como hemos visto hasta ahora, son conceptos diferentes pero que se pueden llegar a confundir. Por eso, vamos a repasar de forma más sintética sus principales características a fin de que quede mucho más claro y no vuelvas a confundirlos.
Un gasto suplido lo pagas tú primero en nombre y por cuenta del cliente previo mandato expreso del mismo y luego el cliente te abona la cantidad que has adelantado. La factura va siempre a nombre del cliente final. Por el contrario, en el gasto reembolsable el gasto lo asumes tú directamente. Y por eso la factura va a tu nombre, lo que ocurre es que luego el cliente te compensa esa gasto que has tenido para poder prestarle servicio.