Más allá de saber hacer su trabajo, el autónomo tiene que estar al tanto de una serie de conceptos básicos que son imprescindibles en su día a día. Si es importante controlar términos técnicos relacionados con la tributación, como la diferencia entre no sujeto y exento, también lo es controlar cuestiones que afectan a la facturación, como el tema de los suplidos y los gastos reembolsables.
No es nada raro que un autónomo tenga que incluir suplidos en sus facturas y que tenga unos gastos reembolsables por parte de su cliente, así que debe saber gestionarlos para asegurarse de que su contabilidad es perfecta y no se queda sin cobrar nada a lo que tenga derecho. Por eso, vamos a ver estos conceptos con más profundidad.
2¿Qué es un gasto reembolsable?
Es un gasto imprescindible para que el autónomo pueda prestar el servicio acordado con el cliente. Afecta directamente al profesional, por lo que es este quien lo paga. La peculiaridad en este caso radica en que, si así se ha acordado previamente, ese gasto se puede facturar luego al cliente para que al autónomo no le cueste dinero hacer su trabajo.
Esto se ve de forma mucho más sencilla con un ejemplo. Si un fotógrafo tiene que desplazarse fuera de su ciudad y alojarse en un hotel para poder hacer una sesión fotográfica a un cliente tendrá que asumir él ese gasto. Pero si lo negocia con quién le ha contratado puede convertir esto en un gasto reembolsable y recuperar así lo que ha tenido que gastar.