Más allá de saber hacer su trabajo, el autónomo tiene que estar al tanto de una serie de conceptos básicos que son imprescindibles en su día a día. Si es importante controlar términos técnicos relacionados con la tributación, como la diferencia entre no sujeto y exento, también lo es controlar cuestiones que afectan a la facturación, como el tema de los suplidos y los gastos reembolsables.
No es nada raro que un autónomo tenga que incluir suplidos en sus facturas y que tenga unos gastos reembolsables por parte de su cliente, así que debe saber gestionarlos para asegurarse de que su contabilidad es perfecta y no se queda sin cobrar nada a lo que tenga derecho. Por eso, vamos a ver estos conceptos con más profundidad.
1¿Qué son los gastos suplidos?
Un gasto es suplido cuando el coste le corresponde al cliente abonarlo, pero el autónomo se encarga de adelantar esa cantidad. En el caso de un diseñador de páginas web no es raro que el profesional se encargue de realizar la página web y además de contratar el hosting. Está claro que el hosting o alojamiento ha de pagarlo el cliente, pero el diseñador adelanta el pago para poder así finalizar su trabajo.
En estos casos la factura de ese producto o servicio va a nombre del cliente final, lo que ocurre es que luego el autónomo incluirá ese gasto que ha asumido en la factura que emita a su cliente. Así se asegura de que no va a perder dinero y de que recuperará ese gasto suplido.