Este verano va a ser muy diferente a los anteriores, a causa del coronavirus, sobre todo en playas y piscinas. El Gobierno tiene previsto comenzar una fase de desescalada a mitad del próximo mes de mayo. Este proceso se realizará muy lenta y progresivamente, por lo que la vuelta a la normalidad queda aún muy lejos. Así que este año, las vacaciones y el verano se vivirán de una manera muy distinta. El turismo exterior está descartado por el cierre de las fronteras, y en cuanto a la movilidad dentro del territorio nacional, también habrá restricciones. Por supuesto, debemos mantener las distancias de seguridad y el uso de mascarillas. Este año, decimos adiós a las masificaciones.
Pero, ¿vamos a poder disfrutar, al menos, de las actividades típicas asociadas a verano, como ir a la playa y a la piscina? Y lo más importante, ¿qué riesgos comporta para la salud? Esto es lo que dicen los expertos.
3DISTANCIA SOCIAL
El mayor peligro de las piscinas son las distancias entre los usuarios. Habrá que seguir mantenido los 2 o 3 metros de seguridad, lo que significa que el aforo será muy restringido. Nadar y mantener esta distancia puede ser complicado especialmente para los niños. La interacción de las personas, en estos recintos, podría ser un riesgo, sin embargo, parece difícil de evitar, en un ambiente de ocio, relajación y socialización. Por supuesto, las medidas de higiene tendrán que extremarse. Teniendo todo esto en cuenta, podemos imaginar que el ambiente en las piscinas será, probablemente, extraño y tenso.