Este verano va a ser muy diferente a los anteriores, a causa del coronavirus, sobre todo en playas y piscinas. El Gobierno tiene previsto comenzar una fase de desescalada a mitad del próximo mes de mayo. Este proceso se realizará muy lenta y progresivamente, por lo que la vuelta a la normalidad queda aún muy lejos. Así que este año, las vacaciones y el verano se vivirán de una manera muy distinta. El turismo exterior está descartado por el cierre de las fronteras, y en cuanto a la movilidad dentro del territorio nacional, también habrá restricciones. Por supuesto, debemos mantener las distancias de seguridad y el uso de mascarillas. Este año, decimos adiós a las masificaciones.
Pero, ¿vamos a poder disfrutar, al menos, de las actividades típicas asociadas a verano, como ir a la playa y a la piscina? Y lo más importante, ¿qué riesgos comporta para la salud? Esto es lo que dicen los expertos.
1PISCINAS Y CLORO
Las piscinas municipales, en una situación normal, abrirían sus puertas a mediados de mayo, sin embargo este año, es una decisión que todavía está por determinar, también en el caso de las piscinas privadas. Los científicos más optimistas aseguran que el tratamiento del agua en las piscinas, podría eliminar el virus. Los niveles habituales de cloro que se que emplean en las aguas, son suficientes para desactivar el coronavirus, incluso garantizan que bacterias y otros virus más resistentes de la misma familia, se puedan eliminar del agua. Aunque no todos los expertos coinciden con esto y algunos ponen en duda que el cloro garantice una desinfección total de las piscinas.