Si se hiciesen 100 test de Covid-19 en cada una de las 22.109 oficinas de farmacia comunitaria que hay en España se superarían los 2 millones de test diarios, llegando a los 12.000.000 en una semana, lo que supondría controlar a toda la población española en un plazo de entre 5 y 6 semanas, según las estimaciones del análisis realizado por un grupo de expertos convocados por el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada.
Los analistas recuerdan que las farmacias son «primera línea de frente sanitario. Están donde ni siquiera hay médicos o centros de salud o cualquier otro profesional sanitario. Están atendidas por profesionales perfectamente formados, con capacidad para la toma de muestras y muchos con posibilidad de efectuar análisis; y tienen amplia experiencia en seguimiento sanitario, pues son, en muchos casos, la primera referencia de los usuarios a la que se acude cuando hay un problema de salud».
Así, consideran que utilizar la red de farmacias y sus sistemas logísticos garantizaría proximidad a los ciudadanos. «España cuenta con uno de los tejidos de asistencia farmacéutica más completos del mundo y activarlo para el control de la pandemia permitiría una criba de la población en tiempo record y con resultados solventes», señalan los expertos del Instituto Coordenadas.
Jesús Sánchez Lambás, vicepresidente ejecutivo del Instituto Coordenadas, señala que «la red de farmacias puede convertirse en una pieza vital para salvar vidas y a la postre proteger la economía en esta pandemia. Hay toda una infraestructura perfectamente organizada y lista para su utilización. Sólo se necesita el impulso político para ponerla al servicio de los ciudadanos y contribuir de forma eficiente a solucionar esta tragedia».
«¿A qué esperan nuestros dirigentes de poner de una vez por todas en valor a un colectivo profesional altamente cualificado, en un país donde la farmacia es una referencia de salud? –se pregunta–. La sociedad no entendería otro modelo inventado sobre la marcha: Más caro, menos eficaz, más lento».
En apoyo a esta propuesta, los analistas recuerdan que las farmacias pueden hacer seguimientos y controles epidemiológicos; están sustentadas por un sistema logístico que permite el abastecimiento inmediato de materiales para hacer las pruebas del Covid 19 o llevarlas a laboratorios en casos necesarios, y están altamente digitalizadas, lo que permite un control personalizado y diario de todas las pruebas realizadas, así como hacer seguimiento o desarrollar nuevas campañas o repeticiones en casos necesarios.
La infraestructura tecnológica de la red de farmacias permite la trazabilidad completa de todos los procesos de toma de muestras y gestión de resultados de forma segura y eficiente, añade el análisis del Instituto. A su juicio, los laboratorios de farmacia que podían hacer test desde el inicio de la pandemia en Alemania explican el éxito de su atención temprana.
Además, los analistas recuerdan que «hay un consenso generalizado en la comunidad científica en señalar la realización de test seguros de detección del Covid 19 como la única forma y la más eficiente de controlar la pandemia» antes de que llegue la vacuna.
Por ello, defienden que «hay que poner en marcha de forma inmediata un mecanismo de toma de muestras masivo y las farmacias son la pieza que puede contribuir a culminar con éxito esa operación. Hay infraestructura y hay profesionales cualificados, así como red logística de abastecimiento y tecnología de control de los resultados», concluye el análisis del Instituto.