El mundo no va a ser el mismo tras la pandemia. Será distinto al que conocíamos hasta ahora. Podríamos decir que estamos en la parrilla de salida de un nuevo mundo. Y ya hay tendencias que pueden decirnos por donde irán los tiros. “Tenemos herramientas para intentar predecirlo”, señala Pedro Moneo, CEO y fundador de Opinno. Y en esas predicciones tienen cabida términos como patriotismo industrial, hipocondría social o alargolescencia programada.
En el plano laboral, el teletrabajo en la época post pandemia sufrirá un impulso hasta ahora desconocido. Tanto las relaciones laborales, como las comerciales, estarán a la orden del día. Y serán una palanca para atraer talento. Los sectores de viajes y la industria de facilities management encontrarán una gran oportunidad para innovar, según Opinno. “El consumo digital se disparará, las empresas y sus modelos operativos tendrán que adaptarse con automatización masiva y eliminación de la fricción de la tecnología, tanto en su componente física, mediante la robótica, como en su componente digital, mediante la IA”, apuntan.
Ciudadanos y gobiernos serán más proteccionistas en sus hábitos de consumo lo que impulsará la industria
Otro cambio significativo después de la pandemia será lo que han denominado como patriotismo industrial. Es decir, que tanto España, como Europa, vivirán una reindustrialización. Según Opinno, “el desabastecimiento reforzará la importancia de la investigación, de la producción propia y de la redefinición de la cadena de suministro”. Dicho de otra manera, ciudadanos y gobiernos serán más proteccionistas en sus hábitos de consumo. O tendrán que redefinir su cadena de suministro. “Esto generará una gran oportunidad para impulsar la industria española, para ‘volver a los basics‘ y reivindicar el ‘made in Spain‘. La globalización se verá obligada a redefinirse por razones medioambientales, sociales y estratégicas”, concluyen en Opinno.
Además del patriotismo industrial también surgirá el debate de los servicios básicos universales. Es una idea que ya está ahí con los servicios llamados freemium. Pero, a medida que se aproximen a coste marginal cero, empresas y gobiernos tendrán oportunidad de crear versiones gratuitas para los colectivos más desfavorecidos.
PANDEMIA Y SERVICIOS BÁSICOS
En ese mundo después de la pandemia tendrán prioridad el cuidado personal, propio, y de los que nos rodean. “Las empresas que tendrán éxito en el largo plazo no serán solo las que mejor gestionen esta crisis, sino las que se sabrán adaptar mejor a la nueva normalidad. Tenemos que repensar nuestras experiencias de clientes para darles seguridad. Visionamos un futuro donde casi todas las empresas se transformen en empresas de salud«, apunta Tommaso Canonici, director general de Opinno.
Las palabras ‘hipocondría social’ quedarán marcadas a fuego en la era post pandemmia. Veremos revoluciones como las personas cuantificadas, el diagnóstico asistido y los tratamientos personalizados. La medicina preventiva se afianzará. Sensores que llevaremos servirán para monitorizar nuestros parámetros vitales y evitar problemas de salud que evaluarán profesionales ayudados por sistemas de inteligencia artificial (IA) para personalizar los tratamientos.
En el plano económico personal, las personas ahorrarán más. Eso favorecerá la aparición de nuevos métodos de ahorro y productos financieros enfocados al medio y largo plazo. Una gran oportunidad para la industria financiera y las fintech. También ganaremos menos, lo que fomentará la vida low cost.
Y, reducida la capacidad de gasto, las posesiones de las personas serán menores. Pero querrán que duren más y que sean respetuosas con la sociedad y el medio ambiente. Será lo que en Opinno denominan como ‘alargolescencia programada’ frente a la ‘obsolescencia programada’. Productos duraderos que serán un campo abonado para la industria y el gran consumo en la época después de la pandemia. «Nos fijaremos muchísimo más en las etiquetas, de dónde vienen los productos, los valores que tiene la marca, y lo comprometidas que son estas con la sociedad», afirma Canonici.
