Una de las claves para alcanzar el éxito como autónomo es encontrar el precio justo para tus servicios. Que sea lo suficientemente competitivo como para mantenerte dentro de la media del mercado y que además te permita sufragar todos tus gastos mensuales y ganar dinero.
Si trabajas por tu cuenta una de las primeras decisiones que debes tomar es cómo valorar tu trabajo. Si te pasas con el precio te costará mucho encontrar clientes, mientras que si el precio es muy bajo seguramente te saldrán muchos clientes, pero el alto volumen de trabajo no te compensará si los ingresos que obtienes son insuficientes. Se trata de encontrar el equilibrio, un precio que te permita tener un buen volumen de clientes y que además haga que tu esfuerzo valga la pena.
2Conoce a tu cliente
Sin lugar a dudas el tipo de clientela a la que te diriges influye de forma directa en el precio que puedes pedir por tus servicios. Piensa en el caso de un peluquero, su trabajo es básicamente igual si trabaja en un barrio obrero que si trabaja en el barrio de mayor poder adquisitivo de la ciudad, pero los precios son muy diferentes en ambos casos.
Debes establecer un precio que te permita obtener beneficios y que a la vez se amolde a lo que espera el cliente. Retomando el ejemplo del peluquero, si te instalas en un barrio normal y corriente y pretendes cobrar el corte de pelo a 30 euros es posible que no tengas casi clientes porque te considerarán muy caro. Por el contrario, si te instalas en un barrio rico y ofreces un corte de pelo a 30 euros es posible que te consideren como un servicio barato y de poco prestigio y tampoco tengas la peluquería llena.