La crisis provocada por el coronavirus ha traído consigo una forma de gestión complicada. Todo se acentúa cuando la improvisación gobierna a pierna suelta. ¿Cómo es posible que haya previsto un concierto de la Filarmónica de Viena en Barcelona para el mes de septiembre cuando no se sabe cómo andará el mundo para esa fecha?
En el corto plazo las decisiones simplemente pasan por encima. Ha sido el caso de la suspensión del concierto, también, que iba ofrecer la Filarmónica de Viena este fin de semana en Barcelona. Con Zubin Mehta a los mandos, el covid-19 ha obligado a su suspensión. Aunque al parecer los amantes de la música clásica tendrán otro oportunidad el 13 de septiembre.
Así se desprende del doble concurso público que ha licitado RTVE para la celebración, en la Sagrada Familia, de un concierto de la Filarmónica de Viena. Buscan, por un lado, la gestión técnica de luces; y, por otro, se deben encargar de la realización.
Según precisa ElNacional.cat, Barcelona volverá a ser ciudad anfitriona de uno de los eventos de la Unión Europea de Radiodifusión, esta vez, el Concierto de Otoño de Eurovisión, a cargo de la Orquestra Filarmónica de Viena, será el próximo 13 de septiembre. Esta cita, explican, pondrá de relieve los paralelismos entre el arquitecto catalán Antoni Gaudí y el compositor austríaco Anton Bruckner, coetáneos en la defensa de su país y su lengua, con la interpretación de la Sinfonía Romántica (número 4) en mi bemol mayor. ¿Pero de verdad se podrá realizar al final de verano este concierto?
LA INCERTIDUMBRE SE ADUEÑA
La celebración del concierto sigue en pie. Su organización, al menos. Puesto que RTVE empezará a recibir las propuestas en los primeros días de mayo. El anuncio del concurso coincide con la suspensión física del IFA de Berlín, una de las ferias tecnológicas más importantes del mundo.
El motivo es que en la capital alemana no se podrán celebrar actos multitudinarios hasta el 24 de octubre. ¿Una fecha rígida y que no se podrá mover? No se sabe, pero al menos es una fecha concreta, algo que en España no se baraja por ahora. Es decir, el Gobierno de Pedro Sánchez no quiere ofrecer horizontes temporales concretos sobre la celebración de actos culturales, de ocio o que, en general, puedan tener un atractivo turístico.
En las últimas apariciones de la ministra de Industria, Reyes Maroto; así como la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, cuando han sido preguntadas por la prensa sobre la evolución del turismo en los próximos meses, las respuestas siempre han cabalgado en el terreno de la ambigüedad.
Y nadie lo reprocha. El manual ‘Cómo gestionar la economía ante una pandemia global’ todavía no existe. Las carteras económicas del Gobierno intentan parchear el problema inminente, la destrucción de empleo y tejido productivo, y ya llegará lo demás. El problema es que «lo demás» no puede quedarse sin una perspectiva de futuro.
Esta semana el diario Expansión recoge un amplío abanico de opiniones sobre las principales cadenas hoteleras. La principal conclusión es que caminan a ciegas por esta crisis. Ahora mismo ejecutan planes de actuación que no tienen horizonte temporal. Se preparan para recibir huéspedes en ¿julio, agosto, septiembre?
Por eso, resulta extraño que RTVE licite un concurso público para organizar un concierto en el mes de septiembre sin saber las condiciones sociales que habrá en Barcelona en esa fecha. ¿O si lo sabe? También existe la posibilidad de que haya que seguir con la rutina a la espera de que la situación mejores, ¿pero qué impacto económico puede tener suspenden eventos con público dentro de tres meses?