El estrés es algo habitual entre los autónomos. Es cierto que alguien que inicia un negocio por su cuenta tiene la suerte de poder dedicarse a lo que de verdad le gusta, pero esto no quiere decir que no tenga preocupaciones o que todos los días de trabajo sean perfectos. De hecho, según los últimos estudios más de un 60% de los autónomos soportan un nivel de tensión y ansiedad en su trabajo que es bastante alto.
Y no solo eso, está demostrado que el síndrome del trabajador quemado también afecta de forma directa al colectivo de los autónomos. En este caso la culpa no se le puede atribuir al jefe, pero hay muchas razones que llevan a los trabajadores por cuenta propia a soportar importantes niveles de estrés en su día a día. Vamos a repasar algunas de las más importantes para entender mejor la razón por la que el estrés es algo tan presente en la vida de los profesionales que trabajan por su cuenta.
7Procedimientos administrativos para autónomos
Además de gestionar su negocio, el autónomo tiene que hacer frente a sus relaciones con la Administración, especialmente con Hacienda y la Seguridad Social. Debe estar atento al pago de sus cotizaciones y asegurarse de presentar a tiempo sus autoliquidaciones de impuestos, incluso en aquellos casos en los que no haya tenido ingresos.
A ello se suman situaciones excepcionales que aumentan los niveles de estrés como una inspección de Hacienda o de la Inspección de Trabajo para comprobar que todo está en orden. Es cierto que estas inspecciones no son frecuentes, pero acaban llegando tarde o temprano y hay que saber cómo abordarlas.
Estas son las principales causas del estrés entre los autónomos, pero a ellas hay que sumar otras como la preocupación por la ciberseguridad, problemas personales, la falta de liquidez o posibles robos en el negocio. El estrés es un enemigo silencioso que puede causar muchos daños a nivel físico y mental. Por eso, es vital para el autónomo intentar reducir los niveles de estrés y saber gestionarlo.