Parece que a estas alturas de la cuarentena, se ha desatado una fiebre repostera, que ha hecho que productos como la harina y la levadura desaparezcan rápidamente de los estantes del supermercado. Salir del confinamiento con varios kilos de más merecerá la pena si los postres caseros nos ayudan a sobrellevar mejor el confinamiento. Y es que es sabido que los momentos de cierta angustia se llevan mejor con algo dulce, como nos enseñó en su día la mítica Mary Poppins. Ahora que hay tiempo y ganas, se puede experimentar, darle un toque personal a alguna receta, o intentar preparar aquel bizcocho que hacía la abuela pero que nunca te queda igual. Hacer un buen bizcocho no es difícil pero a veces el resultado no es el deseado y resulta muy decepcionante. Sacar el postre del horno y descubrir que ha quedado deformado, que no ha subido o que se rompe al desmoldar, naturalmente da mucha rabia. Por suerte cada problema tiene una solución, solo hay que evitar cometer ciertos errores. Toma nota de los siguientes trucos.
2TIENE GRIETAS EN LA SUPERFICIE
Esto ocurre cuando la levadura sube tan rápido que no tiene tiempo de crear miga y se debe a una temperatura demasiado alta, o por haber excedido el tiempo de horneado. Por eso es tan importante seguir las instrucciones de tiempo y temperatura para evitar que el bizcocho quede lleno de roturas y se resquebraje al cortarlo.