La temida gran C. El mayor miedo que tiene cualquier persona cuando va al medico y le detecta cualquier tipo de tumor. Sí, el cáncer es una palabra muy seria. Por desgracia, pese a que poco a poco los diferentes laboratorios que luchan para erradicar esta terrible enfermedad están consiguiendo avances, aún hay mucho camino por realizar. Pero, poco a poco se está ganando la guerra.
Ya hay varias batallas que los equipos médicos han conseguido vencer, a costa de horas y horas en el laboratorio, por no hablar de los cientos de experimentos realizados antes de poder comercializar un medicamento el cáncer. Por suerte, hay un fármaco que iba a ser retirado, y que puede acabar siendo el mejor aliado contra el cáncer de vegiga.
2Tipos de tratamiento
Antes del descubrimiento del fármaco TAK-228 y sus efectos sobre el cáncer de vejiga, eran otros los tratamientos que se llevaban a cabo con los pacientes que padecían esta enfermedad. En total, son 5 los tipos de tratamiento que se llevan a cabo para su curación.
El primero y al que es más seguro recurrir, en caso de que sea posible, es la cirugía. Esta se emplea para la extirpación del tumor, además de parte del tejido sano que hay alrededor. También son varios los tipos de cirugías, y su médico le recomendará cuál es la mejor en función de su estado y el avance del cáncer. Y es que no siempre se puede recurrir a la cirugía, otro de los tratamientos es mediante quimioterapia. Esta es el uso de fármacos que destruyen las células cancerosas, y por lo general, evita que estas células crezcan, se dividan o produzcan más.
También está la inmunoterapia, la cual también es denominada como terapia biológica. Esta está diseñada para estimular las defensas naturales del cuerpo, por supuesto, con el propósito de eliminar el cáncer, o al menos combatirlo. Se utilizan materiales que han sido producidos por el cuerpo, o fabricados en un laboratorio con el fin de mejorar la función del sistema inmunitario.
Otro de los tratamientos es el dirigido, el cual apunta a las condiciones del tejido, las proteínas o los genes específicos que posee el cáncer, y contribuyen al crecimiento y supervivencia de este. Por último, la radioterapia. En esta se emplean los rayos X y otras partículas con una alta potencia, con la capacidad de destruir las células cancerosas.