Los accionistas minoritarios de Maxam (antigua Unión Española de Explosivos) han decidido agruparse para defender sus intereses ante la inminente toma de control del accionariado por parte de Rhône Capital, que actualmente ostenta el 45% de las acciones.
Según un comunicado de los accionistas minoritarios, que agrupan a empleados y antiguos empleados de la compañía, la firma de capital riesgo representada en España por el expresidente de Aena José Manuel Vargas está liderando un proceso por el cual pasaría a ostentar el 71% del capital gracias a la compra de un 26% adicional en manos de José Fernando Sánchez-Junco.
Este directivo fue nombrado administrador único de la compañía en 1990, y en 1994, presidente y consejero delegado, función ejecutiva esta última en la que cesó recientemente.
Perdida la representación de los empleados y exempleados accionistas desempeñada hasta ahora por José Fernando Sánchez-Junco, éstos se han organizado en una plataforma que pretende apoyar al resto de accionistas para que el proyecto empresarial siga manteniendo el éxito conseguido hasta ahora.
Maxam se ha caracterizado desde 1994 por un modelo accionarial en el que han participado tanto inversores financieros como técnicos y directivos.
Este esquema ha sido, sin duda alguna, uno de los pilares del éxito que ha hecho del grupo un líder mundial en el sector de los explosivos con más 9.000 empleados en su más de cien compañías en los cinco continentes (1.500 de ellos en España), explican los minoritarios.
Sin embargo, en los últimos meses la situación a este respecto «no se está desarrollando en los parámetros deseados», afirman José María Fuentes, director Comercial en España, responsable de la actividad de explosivos para minería y construcción durante más de 25 años, y Ramón González Eguren, director corporativo de Seguridad, representantes ambos de más de un centenar de estos pequeños inversores (y accionistas ellos mismos) a través de la plataforma que han organizado.
Ante la ausencia de Sánchez-Junco, indican que no reciben información alguna sobre los planes de futuro y situación actual de la compañía, como venía siendo habitual, y que por tanto son totalmente desconocedores del rumbo de la misma.
Aún representando una pequeña parte del accionariado, consideran necesario que el máximo órgano de dirección de la compañía cuente -como lo hacía hasta ahora a través de Sánchez-Junco- con su experiencia y conocimientos de este complejo sector, caracterizado por su alto nivel de regulación, tanto a nivel español como mundial, por la obvia sensibilidad de los productos que diseñan, fabrican y comercializan.
«Dejar de hacerlo podría suponer que se tomen decisiones sin tener en cuenta la enorme cantidad de detalles y matices que condicionan todas nuestras actividades», advierten.
BÚSQUEDA DE INVERSORES FINANCIEROS
Otro de los objetivos que persigue esta plataforma de minoritarios es buscar inversores financieros que estén interesados en invertir en la compañía y así dar liquidez a muchos de los accionistas minoritarios, que bien por estar jubilados, bien por otros motivos, así lo deseasen.
«Hemos tenido la oportunidad de trasladar personalmente a José Manuel Vargas nuestro interés por conocer las nuevas líneas estratégicas de Maxam, así como de ponernos a su entera disposición para colaborar y sumar, aportando todo el conocimiento y la experiencia del colectivo que representamos», afirman Fuentes y González Eguren.
Rhône Capital entró en el accionariado de Maxam en julio del pasado año, después de un largo proceso administrativo de aprobaciones en los diferentes países donde la compañía desarrolla sus actividades.
Junto a la compañía de capital riesgo, el resto de los accionistas son tres ‘family offices’ (Euro Park, Mecamur y Opera Holding) y una serie de coinversores, que suman un 17,5%, así como un conjunto de 162 empleados, directivos y exdirectivos que poseen el 11,5%.