Mercedes Milá no es una periodista más. Es de esas que han marcado época, que han dejado su huella y que aún se resisten a decir adiós a la televisión. A sus 68 años sigue incansable y el pasado lunes presentó una nueva temporada de Scott y Milá junto a su mascota. Un nuevo espacio en Movistar + en el que relata sus experiencias. Sin embargo, fue otra cadena con la que alcanzó su máxima fama: Telecinco. Y gracias a un reality histórico que no sabemos si volveremos a ver en pantalla: Gran Hermano.
La periodista se convirtió en un icono de la década de los 2.000 hasta que Jorge Javier Vázquez se hizo con su hueco en 2016. Desde entonces, es él quien manda en todos realities. Sin embargo, hubo otro periodista que en su momento también vivió un boom similar al de estos dos: Antonio Lobato. Su fama también arrancó en Telecinco aunque no a través del entretenimiento sino con el deporte. Y más concretamente, con la Fórmula 1.
En su libro Volando sobre el asfalto, en el que relata las curiosidades que vivió durante los años más gloriosos de Fernando Alonso que él cubrió, relata una curiosa anécdota con Mercedes Milá. Todo sucedió en los pasillos de Telecinco, cuando él pasó casi del anonimato a una fama desmedida, con audiencias del 50%.
“Me crucé en el pasillo con Mercedes Milá. Yo ya sabía que a ella le gustaba mucho el mundo del motor y conocía por su hermano Lorenzo que en la familia había una gran pasión por el automovilismo. Cuando me vio por los pasillos de Telecinco, soltó un grito y se puso de rodillas ante mí haciendo reverencias”, cuenta Antonio Lobato.
Efectivamente, Mercedes Milá era una gran aficionada y quiso alabar la labor de Antonio Lobato. “Eres un maestro. Deja que me ponga de rodillas ante ti, porque lo que estáis haciendo es increíble”, relató la presentadora de televisión. Lobato, que ahora narra la F1 desde los platós de Movistar, por lo que de nuevo coincide con ella, destaca la admiración que profesa a Milá en su libro: “Y ahí estaba, una pedazo de profesional como Mercedes Milá, monstruo polivalente de la televisión, profesional indiscutible curtida en mil batallas, de rodillas en medio de un pasillo diciendo unas cosas que me ponían colorado como un tomate”.