viernes, 22 noviembre 2024

Las diferencias entre un ERE y un ERTE

Desde que comenzara la pandemia provocada por el coronavirus, el mundo se ha parado. Todo comenzó en el mes de diciembre de 2019 en China pero, más pronto que tarde, ha ido llegando a todos los países del mundo. Tanta ha sido la gravedad, que miles de trabajadores se encuentran ahora en sus casas, teletrabajando, o bien habiendo dejado de hacerlo. En esta situación, si hay una palabra que hemos escuchado es la de ERTE. Pero, ¿en qué se diferencia del ya más conocido ERE?

España se encuentra en la actualidad en Estado de Alarma. Este hecho sin precedentes no había sucedido nunca en la historia de la democracia, al menos no de tal magnitud. El Real Decreto Ley aprobado por el Gobierno para poder hacerlo, ha provocado el cierre de innumerables empresas. Algunos trabajadores pueden seguir teletrabajando. Otros, en cambio, deben permanecer en casa a la espera de conocer su futuro cuando la crisis vaya disminuyendo.

Los más afectados, sin duda, han sido los trabajadores que lo hacen como dependientes en diversos comercios, aquellos dedicados al sector de viajes, hostelería y restauración, fábricas que trabajan al recibir material de países extranjeros, etc. Ante este panorama, no hay duda de que una de las dudas más frecuentes que nos ha venido a todos a la cabeza es la de conocer en qué se diferencian realmente un ERE de un ERTE y cómo nos puede afectar.

1
Diferencias principales entre un ERE y un ERTE

diferencias ere erte

A raíz de la crisis por el COVID-19, las empresas han lanzado un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo), conocido por las personas del sector pero un gran desconocido, hasta ahora, para el resto de la sociedad. Mejor conocemos, sin duda, el ERE (Expediente de Regulación de Empleo), por haberlo escuchado un sinfín de veces durante la crisis del 2008.

El ERE y el ERTE son dos instrumentos que, en realidad, se parecen bastante. Es decir, podemos afirmar que son muy similares. No obstante, cuentan con consecuencias muy diferentes entre sí. Y ahí radica su diferencia. Ambas fórmulas vienen contempladas en el Real Decreto Ley 3/2012. La función es que las empresas puedan responder por sí mismas ante diversas situaciones técnicas, económicas, organizativas o de producción según el momento que estén atravesando.

Para decirlo de algún modo, son un tipo de regulación de empleo de carácter colectivo, pues afectan a un gran número de los trabajadores de una empresa. No obstante, sí que existen diferencias en cuanto a la aplicación de las mismas para que sean efectivas. También, sobre todo, en las consecuencias que ambas producen y que soportarán los trabajadores de la empresa que las decida presentar.

Atrás

- Publicidad -