Los compuestos de desprende la piel de la cebolla son volátiles y muy irritantes. Se trata de sustancias como el sulfóxido de triopropanal y otros con cierto nivel de azufre. Cuando cortamos la cebolla, estos aceites esenciales se desprenden de su tejido y pasan a un estado gaseoso. De esta manera se introducen por las vías respiratorias y los ojos, irritando las mucosas y provocando las características lágrimas que no son otra cosa que una defensa contra este agente. Esta verdura tiene un lugar importante en nuestra alimentación y nuestra gastronomía, y no solemos prescindir de ella, aunque a menudo cortarla puede resultar realmente molesto. Por suerte, existen algunos trucos que pueden disminuir la emisión de estos gases.
4GAFAS DE PROTECCIÓN
Aunque parezca un poco ridículo, es efectivo, y a grandes males, grandes remedios. Un truco sencillo y que nos va a permitir cortar cebolla para diez sofritos sin que nuestros ojos sufran. Las gafas de buceo son perfectamente aptas, aunque en el mercado también podemos encontrar gafas específicas para esta lacrimógena tarea.