La cadena presidida por Juan Roig es una de las elegidas por los consumidores para hacer acopio durante el fenómeno de confinamiento. Una situación que se puede apreciar en sus tiendas, donde las colas son frecuentes. Más allá de los primeros días, en los que determinados productos literalmente volaron de las estanterías, la situación se ha normalizado. Ya lo dijo el presidente de Mercadona al inicio de la crisis: el abastecimiento “estaba garantizado”. Una rotundidad que se sustenta en una quincena de pueblos.
Pueblos como Ciempozuelos (Madrid), Riba-Roja de Turia (Valencia), Antequera (Málaga), Huévar (Sevilla), Villadangos del Páramo (León), Abrera (Barcelona), o Granadilla de Abona (Tenerife). Su radio de acción abarca toda la Península Ibérica (en Portugal tiene otro en Póvoa de Varzim). Traducido en puestos de trabajo, 9.000 personas. De esa cantidad, 258 en Portugal. Son ellos los que garantizan el suministro a los 1.636 supermercados de Mercadona.
Unas 9.000 personas trabajan en la quincena de pueblos donde están los centros logísticos desde donde reparte sus productos
Porque es en estos pueblos donde Mercadona tiene su red logística desde las que reparte todo su volumen de compras. Hay que recordar que, en 2019, fue de 19.970 millones de euros. Hablamos de más de un millón de metros cuadrados que están repartidos en 14 bloques logísticos operativos, dos almacenes satélites, y dos almacenes reguladores.
Una labor ingente porque conviene recordar, por ejemplo, que Mercadona mantiene relación comercial directa con 9.500 agricultores, 6.700 ganaderos, y 12.000 pescadores. En total, trabaja con 3.074 proveedores comerciales, 13.354 proveedores no comerciales y de servicios, 217 transportistas, y 1.400 proveedores totaler. Para que llegue la materia prima a los clientes (el ‘jefe’, como así lo definen), la enseña a los mandos de Juan Roig cuenta, asimismo, con un departamento de Compras y Prescripción. En el mismo, trabajan más de 1.000 gerentes.
MODERNIZACIÓN EN MERCADONA
En este ir y venir en ese millón de metros cuadros antes descrito, y para que funcionen a pleno rendimiento, Mercadona invierte cada año una ingente cantidad de dinero. El reto es modernizar las instalaciones, a la par que crear estrategias respetuosas con el medio ambiente.
Durante 2019, Mercadona invirtió más de 340 millones de euros. Cantidad que fue destinada a concluir el bloque logístico situado en el distrito de Oporto, además de avanzar en el desarrollo de otros bloques.
Por nombrar algunos de estos avances, se destinaron 35 millones de euros a la plataforma de Vitoria-Gasteiz. Así, se inició el servicio de secos picking. Y se invirtieron otros siete millones de euros adicionales para arrancar una fábrica de pan.
Otros 56 millones de euros tuvieron como destino el bloque logístico de San Isidro, en Alicante. En este caso se incorporó una cámara de pescado, a la que está previsto que este año se sumen las nuevas cámaras de fruta y verdura.
En el bloque logístico situado en Guadix (Granada), Mercadona se ha gastado 28 millones de euros para finalizar el grupaje de refrigerados. A finales de 2020 está previsto que arranque el renovado servicio de congelados.
BLOQUE INTELIGENTE
¿Más millones? Ocho, en Sant Sadurní (Barcelona), para reactivar sus servicios de secos, frío y refrigerados. Seis millones en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), que permitieron iniciar, en diciembre del pasado año, su primer servicio de frío. Sin olvidar que Mercadona está llevando a cabo otro bloque logístico en Zaragoza. Sus servicios de suministro a las tiendas se realizarán por fases durante este 2020.
Por último, y de cara a los próximos años, Mercadona inaugurará un nuevo bloque inteligente en Parc Sagunt (Valencia). En 2019 se invirtieron 74 millones de euros y su fecha de inauguración está prevista para 2021. Son cuatro bloques inteligentes (totalmente automatizados) con los que cuenta la compañía de Juan Roig: Ciempozuelos, Villadangos del Páramo, Abrera y Vitoria-Gasteiz. El resto se irán integrando de manera progresiva.