La cuota de autónomos es uno de los gastos fijos que deben asumir cada mes los trabajadores por cuenta propia. Para estos profesionales estar al día en sus cotizaciones es algo totalmente esencial, y es que los retrasos en los pagos no solo dan lugar a recargos y sanciones, también pueden implicar perder el acceso a ciertas prestaciones.
Puede parecer que dejar sin pagar una cuota no es algo tan grave, pero el autónomo que lo hace va a comprobar las nefastas consecuencias que esto tiene justo cuando más necesite contar con una ayuda pública. Esto es, cuando tenga que jubilarse o tenga que cobrar una prestación pública por estar de baja.
4Pérdida de prestaciones
Aunque la protección social de los autónomos es siempre un tema complicado y es habitual que se reclamen mejoras, lo cierto es que ha mejorado en los últimos años. La cuota de cotización cubre las contingencias comunes y las profesionales, lo que implica que el autónomo puede acceder a una prestación por incapacidad en caso de necesitarla.
Sin embargo, uno de los requisitos básicos para poder acceder a ella es estar al día en los pagos a la Seguridad Social. Si un autónomo pasa a estar de baja por un accidente de coche y tiene deudas con la Seguridad Social, no podrá cobrar la correspondiente prestación hasta que no liquide las deudas.