El confinamiento está llevando a mucha familias a pedir alimentos frescos a domicilio. Pescado y marisco, fruta y verdura o carne son algunos de los más demandados. De este modo, las empresas especializadas en estos productos están ganando visibilidad y confianza entre los consumidores.
Teniendo en cuenta la situación, en la cata de MERCA2 hemos hecho un pedido de pescado y marisco a la empresa De la lonja a la mesa. Jonatan Armengol, el único crítico gastronómico invidente en España, analiza cómo ha sido el proceso de compra y la recepción de los productos, así como la calidad del packaging.
De la lonja a la mesa cuenta con personal de reparto propio, aunque solo distribuye productos en Madrid. A juicio del crítico gastronómico, la relación calidad-precio es imbatible. El proceso de pago al repartidor, ya que solo existe la opción contrareembolso, puede realizarse mediante contactless. La cercanía es una de las cualidades de esta empresa, cuenta Armengol, que recoge los pedidos por teléfono, Whatsapp y correo electrónico.
El pedido incluye una amplia variedad de productos. Unas 30 piezas de gamba fresca de talla grande salen por unos 20 euros, y Jonatan Armengol las califica de «impecables». Ocho zamburiñas se van a los 23 euros, un precio muy asequible teniendo en cuenta la rapidez del pedido y la calidad. Un centollo (una ración) perfectamente conservado tiene un coste de 13 euros. La caballa, que sale por siete euros completa el pedido.
Además, de forma gratuita, la empresa incluye en el pedido pez palo cortado en varios trozos y limpio. Estas cuestiones dan mayor valor al servicio de la empresa y para Jonatan Armengol, este pedido roza la perfección.