En pocas semanas hemos tenido que reajustar nuestra forma de vida. Estamos todos confinados en casa debido a la declaración del estado de alarma a raíz del coronavirus, y esto ha afectado también a aquellos negocios que pueden seguir abiertos por ofrecer un servicio de primera necesidad, como ocurre con los supermercados. Cadenas como Carrefour, Mercadona y El Corte Inglés han hecho ajustes en su forma de trabajar para hacer frente a esta crisis.
Si has notado que en los últimos días la forma en la que haces la compra también es diferente esto se lo debes a las medidas que han tomado los supermercados para reducir el riesgo de contagio entre sus clientes y proteger la salud de sus trabajadores. Cambios en los horarios e incluso en el aforo hacen que ahora compremos de forma diferente.
1Que no cunda el pánico
A principios de marzo los casos de COVID-19 comenzaron a multiplicarse rápidamente y se desató una auténtica psicosis entre los consumidores, que acudieron en masa a los supermercados para abastecerse de absolutamente todo. Desde papel higiénico a pasta, pasando por fruta, leche y todo tipo de productos de primera necesidad.
Se hicieron famosas las escenas de Mercadora y Carrefour en las que los reponedores no podían ni llevar los palés a su lugar para colocar la mercancía, los clientes cogían los productos y los ponían directamente en su carro. Esto hizo que durante cuatro o cinco días, hasta que se decretó el estado de alarma, establecimientos como los supermercados de El Corte Inglés no dieran abasto.
Pero fueron los propios supermercados los que trataron de calmar a la población. Sus principales responsables hicieron declaraciones públicas manifestando que no había ningún problema de abastecimiento y que se podía comprar con total tranquilidad. El mismo mensaje era repetido por los sistemas de megafonía de las tiendas, y al final parece que por fin caló entre los consumidores. Ahora compramos de forma mucho más racional.