Gestionar su negocio, pagar impuestos, buscar nuevos clientes… cada autónomo tiene una gran cantidad de obligaciones a las que atender y mil cosas diferentes en la cabeza. Y encima hay que sumarle una preocupación que agobia incluso a los más jóvenes: la pensión de jubilación. De sobra sabemos que la cuantía que les queda a los trabajadores por cuenta propia es bastante baja y en muchos casos obliga a buscar alternativas como la jubilación activa.
El autónomo tiene que planificar muy bien el momento de su jubilación para asegurarse de que va a tener recursos económicos suficientes para disfrutar de su retiro dorado. Pero puede ocurrir que mientras está en activo haga algunas cosas que puedan poner en peligro, aunque él no lo sepa, el cobro de una futura pensión de jubilación.
2Impago a la Seguridad Social: un riesgo exclusivo del autónomo
Cuando alguien trabaja por cuenta ajena es su empresa quien se encarga de hacer el pago de las cotizaciones a la Seguridad Social. Si estas no se hacen en tiempo y forma la Administración se dirigirá contra el deudor, de forma que el empleado no se vea afectado por la falta de pago de la empresa para la que trabaja.
Cuando se trata de un trabajador por cuenta propia o autónomo es este el que debe hacerse cargo de pagar sus cotizaciones mensuales a la Seguridad Social, es el único responsable de esta cuestión. Cada vez que no paga no solo está haciendo que la deuda crezca, puesto que se aplican recargos e intereses de demora, sino que además está poniendo en riesgo algunos de sus derechos.