Es normal que para desarrollar su trabajo los autónomos se tengan que desplazar en su propio vehículo y está claro que esto implica una serie de gastos. Sin embargo, no todos los que están relacionados con el coche y su mantenimiento se pueden desgravar. Esto es fundamental tenerlo en cuenta, ya que muchos autónomos creen que es posible desgravarse tanto la compra del vehículo como los gastos asociados al mismo y esto no siempre es así.
Las gastos del coche están entre esos gastos difícilmente desgravables que pueden dar problemas a la hora de una posible inspección de Hacienda. Para evitar disgustos en el futuro es mejor tener claro desde ya qué gastos se pueden deducir y cuales no.
7¿Se puede desgravar el alquiler de un vehículo?
Si el autónomo alquila un vehículo se puede desgravar la cantidad pagada siempre y cuando exista una correlación con la obtención de ingresos, o lo que es lo mismo, se puede desgravar el alquiler si el coche ha sido utilizado exclusivamente en su actividad laboral. Nuevamente la carga de la prueba recae sobre él, así que conviene guardar toda la documentación.
En caso de que se trate de un vehículo adquirido a través de la modalidad de renting habrá que examinar si se trata de un coche afecto a la actividad empresarial, así que se trata prácticamente como si fuera un vehículo en propiedad a la hora de determinar si se puede o no desgravar este gasto.
Como has podido comprobar, fuera de aquellos casos en los que la ley permite un 100% de la deducción del IVA y el IRPF de los gastos del coche, conseguir la deducción es realmente complicado y los autónomos siempre están sujetos al criterio que Hacienda tenga en cada momento, con el consiguiente riesgo de sanción que esto implica. De ahí que los gastos del vehículo del autónomo se consideren siempre difícilmente deducibles.