Es normal que para desarrollar su trabajo los autónomos se tengan que desplazar en su propio vehículo y está claro que esto implica una serie de gastos. Sin embargo, no todos los que están relacionados con el coche y su mantenimiento se pueden desgravar. Esto es fundamental tenerlo en cuenta, ya que muchos autónomos creen que es posible desgravarse tanto la compra del vehículo como los gastos asociados al mismo y esto no siempre es así.
Las gastos del coche están entre esos gastos difícilmente desgravables que pueden dar problemas a la hora de una posible inspección de Hacienda. Para evitar disgustos en el futuro es mejor tener claro desde ya qué gastos se pueden deducir y cuales no.
3Afectación al 50%
Si el vehículo del que se quieren deducir los gastos no está entre los que acabamos de señalar, la afectación se entenderá al 50% y solo se podrán reducir los gastos del IVA y nunca del IRPF. Eso sí, para que la deducción se pueda hacer es imprescindible contar con factura (no vale el ticket) de los gastos que se quieren desgravar.
E incluso en estos casos nos podemos encontrar con que la Agencia Tributaria ponga pegas por entender que la afectación del vehículo a la actividad económica no llega ni al 50% y quiera hacer una desgravación menor de los gastos. Se da en estos casos un toma y daca entre Hacienda y el administrado que normalmente acaba ganando la Administración.