Es normal que para desarrollar su trabajo los autónomos se tengan que desplazar en su propio vehículo y está claro que esto implica una serie de gastos. Sin embargo, no todos los que están relacionados con el coche y su mantenimiento se pueden desgravar. Esto es fundamental tenerlo en cuenta, ya que muchos autónomos creen que es posible desgravarse tanto la compra del vehículo como los gastos asociados al mismo y esto no siempre es así.
Las gastos del coche están entre esos gastos difícilmente desgravables que pueden dar problemas a la hora de una posible inspección de Hacienda. Para evitar disgustos en el futuro es mejor tener claro desde ya qué gastos se pueden deducir y cuales no.
1Elemento patrimonial afecto a la actividad económica
Los autónomos no pueden desgravarse los gastos de su coche así como así, es imprescindible que el vehículo esté afecto a la actividad económica. Y un requisito indispensable para que esa afectación se pueda dar es que el vehículo solo se use en el ámbito profesional. Esto es algo bastante común cuando se trata de vehículos comerciales como una furgoneta, pero muy difícil de probar si se trata de un utilitario.
La ley nos dice que si un vehículo está afecto a la actividad económica del autónomo pero también se usa para necesidades privadas no es posible la deducción de los gastos relacionados con el mismo. Es por eso que Hacienda no suele aceptar las desgravaciones de los gastos relacionados con los coches de los autónomos.