El rey emérito Juan Carlos I disfruta de su jubilación con la tranquilidad de una pensión que resulta ofensiva para los jubilados españoles que, tras toda una vida de trabajo, están recibiendo una prestación que apenas les da para sus gastos más básicos. En 2014 abdicó en favor de su hijo Felipe VI, que le asignó una pensión vitalicia de 187.356 euros anuales, en calidad de rey emérito. Esta figura legal no existía hasta entonces en nuestra Constitución por que parece ser que no se había planteado que en algún momento el monarca tendría que ceder la corona a su primogénito.
Pero Don Juan Carlos no cuenta solo con el dinero que le otorga su pensión de jubilado, ya que a lo largo de su vida ha conseguido juntar algunos ahorrillos. Según la revista Forbes, especializada en negocios y finanzas, el rey emérito, habría acumulado una fortuna de 2.000 millones de euros como mínimo, gracias a los diversos negocios privados en los que se ha involucrado. El petróleo ha sido su principal fuente de ingresos. Según expertos economistas, en cuanto la democracia se asentó en España, todas las comisiones que se ingresaban por cada compra de barril de petróleo para el país, iban directamente al bolsillo del monarca. En poco tiempo pasó a formar parte del ‘top ten’ en la lista Forbes, pero por discreción su nombre tuvo que ser retirado.
4UN SUPERYATE DE LUJO
Un yate está al alcance de unos cuantos adinerados, pero un superyate de lujo es una opción solo para unos pocos VIP en todo el mundo. Este tipo de embarcaciones son mucho más que un medio de transporte: son palacios flotantes. Para hacernos una idea, el yate Eclipse, propiedad del ruso Roman Abramovich, tiene dos piscinas, un cine, un restaurante y un jardín privado. Su precio ronda los 1.000 millones de euros. El Azzam es propiedad del jeque Khalifa bin Zayed al Nahyan, y tiene 50 suites, dos helipuertos y un sistema de misiles entre otros lujos. Su precio es de 600 millones de euros.