Como agentes que operan en el mercado, a los autónomos les preocupa y les afecta todo lo que ocurre en él. Por mucho que las cosas cambien hay una serie de problemas que les afectan especialmente y que están entre las preocupaciones más destacadas también en 2020. Aunque no vamos a negar que este año está siendo algo diferente.
Si hubiéramos escrito este artículo en enero seguramente su contenido sería muy diferente al que vamos a reflejar hoy. Hay cuestiones generalistas que siguen preocupando a los autónomos, como las altas cotizaciones a la Seguridad Social o su escasa protección pública, pero en las últimas semanas se han sumado dos grandes preocupaciones que no nos podíamos ni imaginar hace unos meses: el coronavirus y la crisis económica.
5Pérdida de calidad de vida
La morosidad, los retrasos en los pagos de facturas, los impuestos, las cotizaciones, el tener que ajustar los precios para ser más competitivos. Todos estos factores hacen que el autónomo tenga que trabajar más para intentar mantener su nivel adquisitivo. Esto supone tener un mayor volumen de trabajo y dedicarle más horas para ganar lo mismo que ganaba hace unos meses con menos esfuerzo.
Lo que lleva a una reducción del tiempo libre del que puede disfrutar el profesional, a pasar menos tiempo con su familia y a que aumenten los niveles de estrés que tiene que soportar. Todo esto implica una importante pérdida en la calidad de vida que afecta a la salud a nivel físico y psicológico.