La paralización total del sector de la construcción decretada por el Gobierno, sin preaviso, y solo con 24 horas de prórroga para hacer efectivo el permiso retribuido recuperable, y terminar de recoger materiales y maquinarias, ha dejado desprotegidas las obras. Sin duda, el sector vive sus peores horas, y ya no solo sufre pérdidas por paralizar la actividad, sino que ahora se están produciendo saqueos.
El confinamiento se ha convertido en el aliado perfecto de los “amantes de lo ajeno”, ya que, según ha podido saber MERCA2, hay un gran número de obras que han sufrido robos de materiales en los últimos días.
El blanco fácil de estos ladrones son las obras situadas en barrios nuevos, medio deshabitados, o las que se sitúan a las afueras de las localidades. Todas ellas tienen un denominador común: la ausencia de vigilancia por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
“Ahora no hay nadie por la calle y no hay mucha presencia policial, es muy sencillo entrar y robar”, explica a este medio un vecino que contempla atónito el hueco donde hasta hace unos días ocupaban dos palets, uno de cemento y otro de ladrillos, en una localidad del suroeste de la Comunidad de Madrid.
‘BARRA LIBRE’
Fuentes del sector insisten en que la mayoría de las obras cuentan con personal de vigilancia, pero hay algunas pequeñas constructoras que prescinden de este gasto con la esperanza de que los cacos no se fijen en su obra.
En cuanto a los hurtos, lo más demandado es la herramienta de los propios trabajadores. Para evitarlo, se suele amontonar en la cesta de la grúa y se eleva unos metros para que resulte inaccesible, y así salvaguardar estos utensilios que, por lo general, aportan los propios empleados.
Además de la herramienta de los empleados, los cacos suelen fijarse en materiales de construcción como cemento, yeso, ladrillo, baldosas, adoquines, e incluso el aislante que se utiliza para recubrir techos y paredes.
Pero, en algunos casos, en las obras ya casi finalizadas tienen las ventanas amontonadas listas para colocar. Pues bien, en una promoción de chalets en la zona suroeste de Madrid se ha producido el hurto de numerosas ventanas y nadie se ha dado cuenta, según fuentes del sector.
Pero, por el momento, ni las constructoras ni las patronales se atreven a cuantificar las pérdidas por hurtos. Prefieren esperar a que se inicie de nuevo la actividad, que previsiblemente será el lunes 13 de abril, para hacer cálculos.
PÉRDIDAS EN LA CONSTRUCCIÓN
La Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras, Seopan, cifra en 345 millones de euros por cada día de paralización, lo que supone la pérdida de actividad. En términos económicos, el sector de la construcción representa el 10% de la económica nacional con más de 124.000 millones de euros de producción anual.
Según los datos de Seopan, la paralización de la actividad del sector de la construcción, en lo relativo a los contratos de obras, públicos y privados, afecta a cerca de 1.770.000 trabajadores, de los cuales 1.268.600 son directos y 500.000 indirectos. Y se posiciona como el segundo sector productivo de la economía española en intensidad de mano de obra, solo superado por la agricultura.
Por otro lado, apoyan las medidas adoptadas por el Gobierno para evitar una mayor propagación del covid-19, pero lamentan que las 24 horas de prórroga fueron “insuficientes para poder implementar cuantas medidas de seguridad sean necesarias antes del inicio del periodo de inactividad, tanto para las empresas contratistas como para las direcciones facultativas de los clientes, públicos y privados, que necesariamente deberán supervisar y dar instrucciones a este fin”.
Y consideran prioritario que “el Gobierno traslade las instrucciones que procedan a los órganos de contratación para poder realizar una suspensión ordenada de la actividad, y segundo, y de mayor relevancia, que adopte medidas urgentes de apoyo financiero a nuestro sector, que en el caso de la contratación pública, entre otras posibles, no tendrían impacto al poder disponer anticipadamente de los créditos de gasto ya autorizados, para posteriormente detraerlos durante el plazo restante de las obras”.
CIERRE DEL 89% DE LAS OBRAS
Según una encuesta realizada por el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE), la paralización total de la construcción al considerarla como una actividad no esencial ha afectado al 89% de las obras que aún siguen activas en España.
De este modo, hasta ahora se habían suspendido el 34% de los proyectos por la pandemia del coronavirus, tanto de obra nueva como de rehabilitación, incluyendo las obras públicas. Pero con la última medida del Gobierno, solo el 11% de los trabajos continuarán por considerarse esenciales.