La agencia de calificación crediticia Moody’s ha destacado la «fuerte» liquidez de los fabricantes de vehículos europeos y asiáticos a pesar del coronavirus, por lo que ha indicado que aunque la rentabilidad de estas compañías ha caído, su efectivo es «más sólido» que hace una década, así que el apalancamiento «no es un punto de presión».
Según Moody’s, la mayoría de los fabricantes tiene una liquidez «particularmente fuerte», lo que les proporciona un mayor grado de confianza en su capacidad para gestionar la situación actual durante los próximos trimestres, que les obligará a gastar mucho efectivo.
«Además, los significativos paquetes de ayuda gubernamentales anunciados a finales de marzo serán beneficiosos para el sector, especialmente para las grandes empresas», ha apostillado Falk Frey, vicepresidente senior de Moody’s.
Para la firma de calificación, los factores clave de calificación serán ahora la capacidad de las compañías para recuperar los beneficios, los márgenes operativos y la generación de efectivo en los próximos dos años para así mantenerse posicionados en sus respectivas calificaciones.
En las últimas semanas, varias empresas automovilísticas han firmado créditos para tratar de reforzar su situación de liquidez ante la crisis del coronavirus. Así, el Grupo PSA suscribió una nueva línea de crédito sindicada por importe de 3.000 millones de euros, con el fin de mejorar su ‘cash’.
También el grupo automovilístico Daimler, matriz de Mercedes-Benz, ha firmado una nueva línea de crédito de 12.000 millones de euros con cuatro entidades financieras, entre las que se incluye el Banco Santander.
Del otro lado del Atlántico, el grupo estadounidense General Motors ha retirado 16.000 millones de dólares (14.953 millones de euros al cambio actual) de sus líneas de crédito ‘revolving’ para aumentar su liquidez.