Trabajar como autónomo tiene sus ventajas y te permite vivir la experiencia de tener tu propio negocio, pero también trae consigo unas cuantas desventajas. Una de ellas es la jubilación, ya que la cuantía de la pensión para un autónomo es más baja que la de un trabajador por cuenta ajena, lo que puede estresar a cualquiera.
Debido a lo anterior, muchos de los emprendedores han buscado la forma de que una vez jubilados su vida laboral activa no se detenga, ya que el hacerlo podría acarrear un bajada significativa en sus ingresos e impactar en su estilo de vida actual. La alternativa es la jubilación activa, una modalidad que siendo autónomo vale la pena conocer.
4Así es la cotización del autónomo en situación de jubilación activa
Se le llama “cuota de solidaridad” y es el pago que el autónomo debe hacer cuando toma la decisión de cobrar la pensión sin sacrificar la actividad laboral en su negocio. Es una modalidad en la que se cotiza con un 3.3% por contingencias comunes más un tipo de cotización especial por solidaridad de un 8%.
Los autónomos que cuentan con la jubilación activa quedan exentos de cotizar por ciertas prestaciones como la formación. Considerando que estos autónomos tienen una base de cotización mínima, los jubilados activos deberán pagar mínimo 33,5 € por contingencias profesionales más 81,44 € que se solicitan por la cotización solidaria.
Aunque deberán pagar menos, también deben considerar que esta cotización deja de sumar para aumentar la jubilación. Así es, no se computa para cobrar una cantidad mayor de pensión. Cuando el jubilado activo pase a una situación de jubilación total cobrará la misma pensión que le correspondiera en el momento de cumplir la edad legal de jubilación.