La artista catalana se dejó ver un rato en ‘Lo de Évole’ este domingo. La cantante charló con el periodista sobre cómo está pasando ella la cuarentena y los efectos que esta ha tenido en su rutina y su música. Pero además, también mencionaron un tema que despierta la curiosidad de muchos respecto a la figura de Rosalía.
Aparentemente, la cantante siente cierta simpatía respecto de la religión, como ha demostrado en varias ocasiones. La última de ellas, cuando escribió un ‘padrenuestro’ en redes sociales hace unos días.
Jordi Évole no se olvidó de esta interesante faceta de la artista, y le preguntó por este rezo virtual: «Rezo a mi manera. Lo puse porque mi abuela, cuando yo era pequeña y me quedaba a dormir con ella, me lo rezaba siempre antes de dormirme», le contestó Rosalía.
De esta forma, la cantante confirma que sus referencias a la cultura religiosa sean probablemente derivadas de la costumbre en su núcleo familiar, y de su relación de pequeña con esta. Rosalía tendría por hábito realizar rezos o agradecimientos de este tipo: «Intento cada día, antes de ir a dormir, agradecer todas las cosas buenas y positivas que haya en el mundo o a mi alrededor. Intento tomar consciencia de ello porque me ayuda a estar más anclada«, expresó la artista en la Sexta.
2LA CUARENTENA DE ROSALÍA
Pasando a otros temas, Rosalía le contó a Jordi Évole los efectos que ha tenido la crisis del coronavirus sobre su vida. Así, la cantante reveló que el virus se había cobrado otra víctima: una canción suya. «Iba a sacar una canción para bailar, pero la paré porque no tiene sentido en este contexto», explicó.
«Era una colaboración y tenía el vídeo y todo hecho«, contó. No obstante, Rosalía dice estar aprovechando al máximo estos días para componer, y también para sacar música con la que sí se sienta identificada, como es ‘Dolerme‘, sobre la que dijo: «Me dediqué dos semanas a terminar esta canción con un productor a distancia, intentando sacarla lo antes posible porque lo sentía de corazón».
Rosalía aseguró que, para ella, hacer música es algo vital en su vida, que, de no hacer, acaba por ‘apagar’ su luz: explicó que suele «dedicarle unas siete horas diarias a escribir y a arreglar temas«.