Cada vez que llega el momento de hacer la liquidación trimestral de impuestos al autónomo le entran dudas sobre los gastos que se puede deducir y aquellos que no puede incluir en su declaración. Y no es extraño que un profesional por cuenta propia le dé tantas vueltas a este tema, puesto que está sometido a una gran presión fiscal y además tiene que asumir un gran volumen de gastos en su negocio.
Sacar adelante un proyecto profesional no es nada fácil, con frecuencia requiere invertir un dinero que muchas veces no se tiene, lo que obliga a buscar financiación externa. Y a ello hay que sumarle que todo negocio lleva una serie de gastos asociados. Algunos de ellos son desgravables, pero otros no, y es importante diferenciarlos para evitar posibles sanciones por parte de Hacienda.
5Gastos relacionados con el vehículo del autónomo
Este es otro de esos temas controvertidos que nunca parecen estar claros del todo, y es que muchos autónomos se siguen empeñando es desgravarse los gastos de su vehículo cuando en realidad no tiene derecho a ello. Las desgravaciones con respecto al transporte están muy limitadas.
Ocurre lo mismo que con el teléfono móvil, resulta muy complicado demostrar que el vehículo solo se usa con fines profesionales. Por tanto, el criterio general de Hacienda es que no se admiten estas desgravaciones salvo que se trate de cuestiones muy específicas como el coche de un comercial y los gastos asociados al mismo o de un vehículo comercial.