Morderse las uñas es un hábito un poco feo que, con un poco de paciencia y algunos trucos, se puede erradicar. Recuerda que quitarse de cualquier mal hábito es una carrera de fondo, por lo que no te rindas si ves que en las primeras semanas aún sigues con deseos de meterte las manos en la boca y darte un banquete de uñas.
A continuación te damos 5 consejos para dejar este hábito a un lado.
33.ESMALTES CON SABORES AMARGOS
En las farmacias y herboristerías, e incluso en Mercadona, hay unos esmaltes especiales con un sabor totalmente desagradable. Cada vez que tengas la tentación de morderte las uñas, su sabor hará que te lo pienses dos veces y, así, progresivamente se te irán desvaneciendo los deseos. Aplica este esmalte transparente diariamente y, una vez a la semana, quítatelo con tu quitaesmaltes habitual y vuelve a empezar hasta que la onicofagia desaparezca.
Pero si prefieres un remedio casero, frota las uñas con ajo o con guindilla. El resultado es casi el mismo que con los esmaltes de farmacia pero más económico.