Ya se ha pasado el arreón inicial. Las compras compulsivas de papel higiénico, productos de higiene, de limpieza, para bebés, o de alimentación como legumbres, pasta o arroces han pasado a un segundo plano. Hecho el acopio, ahora hay que pensar en otras cosas. Y si hay una cosa que a los españoles le gusta, esa no es otra que el aperitivo: cerveza, aceitunas, vino, vermú, patatas fritas, paellita…
Hemos pasado de lo que se denomina como ‘compra búnker’ a la ‘compra capricho’. Antojos los hay a mansalva. Pero que podamos llevar a cabo en casa, el más factible de todos ellos es el del aperitivo. Quien más quien menos se acuerda del “Pepe, ponme una cerveza y una tapa”. Estar confinado no significa quitarse un capricho.
Los españoles han pasado de la ‘compra de búnker’, productos básicos, a la ‘compra de capricho’, más de antojo
Según la app Gelt, durante la pasada semana los productos cuyo consumo aumentó más fueron las aceitunas (93,8%), las patatas fritas (87,1%), el chocolate (79%), y el helado (76,1%). Como puede apreciarse, productos que sirven de aperitivo, de consuelo, o de acompañamiento. Como quieran llamarse. Y se pueden disfrutar en casa, con la familia, viendo la televisión, jugando a las cartas, o incluso brindando con amigos conectados a través del teléfono móvil o el ordenador.
Claro que, un aperitivo está compuesto por bebida y comida. La caña de cerveza, esa que antes pedíamos a un Pepe imaginario, recordando viejos tiempos, hay que servírsela uno mismo. O que nos la sirva con quien compartimos confinamiento. Durante la última semana, la diosa rubia es la más comprada, con un aumento del 77,6%. Le siguen el vino, otro clásico del aperitivo, con un 62,2%, y las bebidas espirituosas (36,5%).
CERVEZA Y ANCHOAS
Conforme pasan los días, la forma de actuar de los ciudadanos va cambiando. Primero fue el acaparar productos denominados como básicos. Con la despensa llena de los mismos, hay que pensar en algún que otro antojo para hacer más llevadero el paso de los días. La cerveza, que diría más de uno o una, nunca falla.
¿Y una cerveza y una anchoíta? Otro clásico en las barras del bar. Bien sola, bien acompañada. ¿Un matrimonio? La anchoa y el boquerón siempre han combinado bien con la cerveza. O con una aceituna rellena. O en una banderilla. La venta de anchoas se ha disparado en la última semana casi un 60%.
Si las penas con pan son menos, qué decir con un aperitivo. Una tendencia que, viendo las redes sociales, se hace virtualmente con amigos y familiares. Quedadas virtuales donde tanto la cerveza, como el jamón, el chorizo o el queso, van indisolublemente asociados a quienes brindan con quienes están en la lejanía.
“La semana pasada ya empezamos a ver cómo la compra de productos básicos bajaba en favor de otros como la cerveza”, señala Carlos Prieto, CEO y cofundador de Gelt. Y añade: “El análisis de tendencias muestra claramente cómo la manera en que los ciudadanos están intentando aliviar el tiempo sin poder salir a través de conexiones con sus grupos de amigos y familiares se acompaña de un sustituto de las habituales quedadas para tapear o tomar el aperitivo. Se sigue haciendo, solo que conectados mediante distintas herramientas, ya sean videoconferencias o apps”.
Una semana en la que el ticket medio se modera respecto a los primeros días. También sucede lo mismo con la compra de los productos más básicos. Eso sí, las compras se suelen hacer alrededor del fin de semana. Por delante hay dos días en los que, sin teletrabajo, o sin tener que ir a trabajar, se puede disfrutar mejor de una cerveza y su correspondiente aperitivo. Gelt analiza más de 550.000 tickets cada mes.