El pago de impuestos no es trago de buen gusto para nadie, pero para los autónomos mucho menos. Estos profesionales soportan una gran carga fiscal, y no es solo la cantidad de impuestos que hay que pagar, es que hay que estar continuamente pendiente de las obligaciones con Hacienda para que no se pasen los plazos y evitar así posibles sanciones.
Entre liquidaciones trimestrales de IVA, de IRPF y cotizaciones a la Seguridad Social, un autónomo se encuentra con que si quiere ganar al mes unos 1.000 euros limpios debe facturar una cantidad que esté por encima de los 3.000 euros. Algo que, desde luego, no está al alcance de todos los profesionales.
6¿Qué cambios se podrían implantar?
Las negociaciones entre las asociaciones que representan a los autónomos y los diferentes partidos políticos que han pasado por el Gobierno en los últimos años no han dado por el momento ningún fruto. Se han hecho múltiples propuestas, pero ninguna de ellas ha llegado a buen puerto, haciendo que el problema se enquiste y los trabajadores por cuenta propia no vean una solución viable.
Entre las propuestas presentadas las más populares son: el establecimientos de una tarifa plana para todos los autónomos y que luego estos cubran su protección social con seguros según sus necesidades, una cotización en base a ingresos y una cotización en base a beneficios.
Lo que está claro es que las últimas subidas de cotizaciones no han sido bien recibidas por los autónomos, para muchos de ellos la subida de 2019 supuso poner un clavo más en su ataúd y verse obligados a poner fin a su sueño emprendedor. Y ahora los profesionales están a la espera de lo que pueda ocurrir con los Presupuestos Generales del Estado para 2020. Un año en el que se esperan nuevas subidas y que va a ser muy difícil para todos debido a la crisis económica derivada del coronavirus, pero especialmente para los autónomos.