El sector de la distribución se ha convertido en uno de los servicios esenciales para mantener el confinamiento, y todos sus trabajadores se han convertido en la columna vertebral en la lucha contra el coronavirus. Si en otros tiempos los dábamos por sentado, hoy somos conscientes de la gran importancia que tienen, y lo imprescindibles que son incluso para nuestra supervivencia. Mucha gente se dio cuenta de ello y en los primeros momentos de pánico, los ciudadanos acudieron en masa a proveerse de todos los productos que consideraban básicos para su bienestar durante la cuarentena obligatoria. La mayoría de las cadenas de supermercados, incluyendo Lidl, se vieron colapsadas por una gran afluencia de público aunque fue Mercadona la preferida por los clientes, que dejaron, durante varios días consecutivos, muchas estanterías vacías.
2MENOS AGLOMERACIONES
Como decíamos, la preferencia del público por Mercadona, tiende a aglutinar en sus tiendas a gran parte de los clientes. Esto significa que otros supermercados se encontrará más vacíos y por tanto la compra será mucho más cómoda. Debido al estado de alarma, tanto las grandes superficies como los comercios más pequeños, deben establecer un aforo limitado. Esto provoca que se formen colas en la puerta, y que los clientes tengan que esperar un rato antes de poder acceder. Así pues, si el supermercado está menos frecuentado, el tiempo de espera será mucho menor.