Todas las empresas y autónomos tienen necesidad de recurrir en algún momento a la financiación externa por diferentes motivos. Si no tienen la suerte de que haya alguna ayuda pública a la que se puedan acoger, no les quedará más remedio que acudir al banco y pedir un préstamo, con todo lo que ello conlleva de papeleo, gastos de gestión y pago de intereses.
Pero puede que el autónomo que necesita el dinero no cumpla los requisitos de solvencia exigidos por el banco, o que la entidad considere que el fin que le va a dar este al dinero no es viable. Para un profesional recibir la negativa de financiación por parte del banco es un grave problema. Sin embargo, cada vez existen más alternativas para obtener dinero.
3Crowdlending
Esta forma de financiación es propia de la economía colaborativa y es en realidad un préstamo entre particulares que se hace a través de plataformas de Internet. El autónomo expone su proyecto y la cantidad que necesita, quienes quieran apoyarlo pueden darle la cantidad que estimen conveniente a cambio de unos intereses.
Agotado el tiempo previsto el autónomo debe devolver a cada uno de sus prestamistas la cantidad que le han cedido más los intereses acordados. Es una fórmula de financiación que suele funcionar muy bien, especialmente si se confía en plataformas de prestigio que otorgan más confianza a quienes están interesados en invertir su dinero.