Como autónomo son cientos las cosas a las que debes prestar atención y muchas las responsabilidades que tienes encima. De todas ellas, el pago de impuestos ocupa un lugar privilegiado. No pagar a tiempo tus deudas con Hacienda te puede acarrear recargos e incluso sanciones, por eso es importante cumplir lo antes posible y hacerlo bien.
En artículos anteriores ya hemos visto cómo pagar menos IRPF, así que en esta ocasión nos vamos a centrar en analizar de forma más detallada los gastos que te puedes deducir y los que no. Así conseguirás que tu declaración de impuestos sea lo más ajustada posible y no pagarás de más, que seguro que es algo que no quieres hacer.
5Otros gastos deducibles
Como autónomo hay muchos más gastos que te puedes deducir. Quien mejor te puede asesorar sobre este tema es tu gestor. De hecho, lo más recomendable es que no te desgraves nada hasta que lo hayas consultado con él y te hayas asegurado de que la desgravación que quieres hacer de un determinado gasto es correcta.
De forma resumida ten en cuenta que también te puedes deducir: el material de oficina, tarjetas de visita, la gasolina (dependiendo de tu actividad), dietas, equipos informáticos, impresoras y periféricos, el móvil, la factura de Internet, gastos asociados a tu página web (hosting, dominio, plugins, etc.), acciones de marketing digital, servicios de asesoría, suscripciones a libros y revistas profesionales, la parte proporcional de los gastos de tu vivienda si trabajas desde casa, gastos de formación y un largo etcétera.