Como autónomo son cientos las cosas a las que debes prestar atención y muchas las responsabilidades que tienes encima. De todas ellas, el pago de impuestos ocupa un lugar privilegiado. No pagar a tiempo tus deudas con Hacienda te puede acarrear recargos e incluso sanciones, por eso es importante cumplir lo antes posible y hacerlo bien.
En artículos anteriores ya hemos visto cómo pagar menos IRPF, así que en esta ocasión nos vamos a centrar en analizar de forma más detallada los gastos que te puedes deducir y los que no. Así conseguirás que tu declaración de impuestos sea lo más ajustada posible y no pagarás de más, que seguro que es algo que no quieres hacer.
2Cuota de autónomo
Se ha discutido mucho sobre si la cuota que los autónomos deben pagar a la Seguridad Social es justa, ya que no está ligada directamente con el nivel de ingresos. Es cierto que para aquellos profesionales que tienen unos ingresos bajos pagar casi 300 € (eso si han escogido la base de cotización mínima) puede suponer un gran esfuerzo, pero la parte buena es que se trata de un gasto desgravable.
Puede que con respecto a otros gastos te cueste más justificar que están asociados a tu actividad profesional, pero con la cuota de autónomos no hay lugar para las dudas. Cada trimestre te puedes desgravar lo que le hayas pagado a la Seguridad Social. Eso sí, a efectos de una posible inspección recuerda guardar una copia del extracto bancario que justifica el pago.