¿Qué haríamos sin el aceite de oliva? El producto estrella de la dieta mediterránea, conocido por muchos como el oro líquido, es uno de esos alimentos imprescindibles que todos tenemos en nuestra despensa. Por ello, y por su uso habitual, no podemos dejar que nos den gato por liebre y adquirir una de mala calidad.
Si deseas conocer la calidad del aceite que estás llevando a casa o, al menos, saber elegirla de la forma adecuada, existen algunas claves básicas a tener en cuenta. En crudo, para freír, para conservar otros alimentos… Muchos son los usos que podemos darle. Este aceite, además, es una de las grasas más saludables que existen.
Recomendadas por expertos y, sin duda, con un sabor único, lo cierto es que el oro líquido es de esos básicos que siempre debemos tener en nuestra despensa. Descubre las claves para averiguar si el aceite de oliva es o no de buena calidad. ¡Que no te engañen!
2Importante: que no huela ni sepa a aceituna
Parece mentira, pero un buen aceite de oliva no debe tener ninguna relación con la aceituna. Al menos, en lo que confiere al olor y al sabor. Si sí lo tiene, será síntoma de haber sido producto de una fabricación defectuosa.
Esto significará que las aceitunas se dejaron al aire libre más de un día entero. Ahí es cuando comienza su descomposición. AL estar en la planta, las olivas no son blandas ni saladas. Las que encontramos en un frasco, sin embargo, sí.
Esto quiere decir que el aceite de oliva no debería saber en ningún momento a este alimento. En cambio, sí debe oler a manzana verde, a hierbas o a rúcula. Esto significa que es de buena calidad.