¿Eres de los que nunca encuentra tiempo para cocinar? Existe una solución práctica para quienes o bien no les gusta cocinar o bien, gustándoles, no tienen tiempo suficiente para hacer comidas todos los días. Porque es combatible la afirmación de que se puede comer mejor y cocinar menos. ¿El secreto? Tiene nombre anglosajón: Batch cooking, o lo que es lo mismo, cocinar por lotes. En los últimos tiempos se ha puesto de moda. ¿No sabes cómo ponerlo en práctica? Os contamos cómo hacer Batch cooking, algunos trucos y consejos de los grandes expertos.
PLANIFICACIÓN, LA CLAVE PARA PRACTICAR BATCH COOKING
La clave del éxito de esta práctica de economía familiar reside en una adecuada planificación. Ya sea para ahorrar tiempo o dinero, incluso para comer más sano, planificar el menú semanal es clave.
Para hacer la planificación correctamente y poder hacer las comidas en lote, que es lo que hay detrás del Batch cooking, se necesita conocer todos los grupos de alimentos y cuál ha de ser la proporción de cada uno de ellos en la dieta semanal. En general, frutas y verduras deben estar presente en el 50% de los platos, ya sea como plato principal o como complemento.
La idea del Batch cooking es la siguiente: organizas el menú y la compra de toda la semana (o dos semanas vista) y solo cocinas un día, que dedicas el tiempo necesario para hacer todas esas comidas que pueden o bien congelarse o bien conservarse al vacío.
Existen dos opciones para practicar el meal prep, otra denominación anglosajona para el cocinar por lotes. En primer lugar, elaborar menús completos o al menos algunos ingredientes; o la otra vía: preparar varias comidas más o menos planificadas, hacer una lista de todo lo que hay y queda, y tacharlo cuando se come.
LOS ALIMENTOS QUE PUEDES HACER PREVIAMENTE Y CÓMO ENVASARLOS
¿Tienes dudas sobre qué alimentos se pueden precocinar? ¿No sabes cómo incluir las frutas y verduras? Intenta que sean platos variados, sujetos a flexibilizarlos según la disponibilidad. Las sopas y cremas de verduras son primeros interesantes que podemos dejar preparados con antelación, preparados para sumar después otros aditivos naturales que hagan diferente a cada plato.
Lo mismo ocurre con las ensaladas y la pasta. Al final todo se reduce a cómo conservar estos alimentos elaborados previamente -podríamos decir precocinados-, pero sin ningún aditivo químico para asegurar su estado de conservación. En la mayoría de casos tendremos que optar por la congelación y tirar de tupper; pero también es posible utilizar los tarros de cristal y cerrarlos al vacío para asegurar que el alimento no pierde ninguna de sus propiedades.
Por ejemplo, puedes preparar ensaladas en tarro y guardarlas cómodamente en el frigorífico hasta el día de consumo. Las verduras rehogadas, el pisto o el tomate frito casero son alimentos que una vez hechos, guardados al vacío pueden mantener sus propiedades y nutrientes durante mucho tiempo sin necesidad de aditivos.
BENEFICIOS DEL BATCH COOKING
Contar con los menús semanales planificados tiene una importante ventaja: sabes exactamente qué necesitas comprar, cuánto necesitas al mes de cada producto y cuánto presupesto familiar te va a consumir. ¿No lo habías pensado de este modo? Pues es realmente interesante. Evitas cualquier tentación de comprar de forma impulsiva y dejarte llevar por las ofertas de los grandes supermercados como Mercadona.
Colateralmente, se reduce también la cantidad de comida que se desperdicia, puesto que se hace mejor la estimación de las raciones y se sabe cuándo se puede congelar o cuándo hay que aprovecharlo para cualquier otra receta de aprovechamiento de sobras.
Otro de los beneficios de utiliza el método Batch cooking a nuestra relación con la dieta está relacionada con nuestra salud. Organizar semanalmente el menú consigue una alimentación más saludable, con alimentos frescos, aunque los hayamos congelado, y evitando en todo momento la tentación de los platos precocinados y de los alimentos ultraprocesados.
De hecho, y para rizar el sistema, puedes autoaplicar el método de «cocina en lote» también para la planificación incluso de los propios menús. Organiza varias planillas para todo el mes, así podrás organizar mejor la compra semanal, ahorrarás con las ofertas y además podrás variarlas, cruzarlas, y hacer que toda la familia se beneficie de este sistema para comer mejor y cocinar menos.
¿Te animas a probar un mes si funciona para tu casa?