Una de las primeras decisiones que deben tomar los autónomos es cuál va a ser su base de cotización. Aunque lo cierto que en un primer momento la mayoría de los profesionales por cuenta propia suelen escoger la base mínima, puesto que no saben si su aventura emprendedora les irá bien o mal y si tendrán ingresos suficientes para atender a sus obligaciones con la Seguridad Social.
Al emprender, esta decisión puede parecer fundamental, pero lo cierto es que no es tan importante, puesto que los autónomos pueden cambiar su base de cotización a lo largo de su vida profesional. De hecho, pueden hacerlo hasta cuatro veces al año, subiéndola o bajándola según sus necesidades.
4Autónomos: ¿Cuándo se puede cambiar la base de cotización?
El cambio se puede hacer únicamente cuatro veces al año, en fechas que coinciden con el final de cada uno de los trimestres. Los cambios no se hacen efectivos de manera automática, hay que esperar hasta el día 1 del mes que dé comienzo al nuevo trimestre. Por eso es importante hacer el trámite en fechas cercanas al 31 de marzo, el 30 de junio, el 30 de septiembre o el 31 de diciembre.
El autónomo puede elegir libremente entre las bases de cotización establecidas, sin rebasar los límites mínimos y máximos, con la excepción del autónomo mayor de 48 años. Superada esta barrera de edad empieza el período crítico de cotización para la jubilación, de modo que el autónomo solo puede variar su base de cotización entre los 1018,70 € y los 2077,80 € (en 2020). Si bien es cierto que esta regla general tiene algunas excepciones.