Una de las primeras decisiones que deben tomar los autónomos es cuál va a ser su base de cotización. Aunque lo cierto que en un primer momento la mayoría de los profesionales por cuenta propia suelen escoger la base mínima, puesto que no saben si su aventura emprendedora les irá bien o mal y si tendrán ingresos suficientes para atender a sus obligaciones con la Seguridad Social.
Al emprender, esta decisión puede parecer fundamental, pero lo cierto es que no es tan importante, puesto que los autónomos pueden cambiar su base de cotización a lo largo de su vida profesional. De hecho, pueden hacerlo hasta cuatro veces al año, subiéndola o bajándola según sus necesidades.
3¿Por qué cambiar la base de cotización siendo autónomos?
Cuando un autónomo cambia su base de cotización lo hace para estar más protegido. Así se asegura que en caso de sufrir una enfermedad o una lesión que le aparte de su trabajo durante un tiempo cobrará una prestación que le ayude a cubrir sus necesidades. También para poder tener el día de mañana una pensión de jubilación más elevada.
Pero hay alternativas. No es raro que los autónomos prefieran contratar seguros privados de protección ante contingencias como una baja laboral y productos de ahorro para la jubilación en lugar de aumentar la base de cotización. Lo hacen en mucho casos porque contratar estos productos es más económico que aumentar la cotización mensual.