miércoles, 11 diciembre 2024

ERTE, ERE o concurso de acreedores: la solución de las empresas

Ante esta pandemia mundial provocada por el Covid-19, las consecuencias económicas no se han hecho esperar. Por ello, las consultas de las empresas a los despachos de abogados en relación a las soluciones jurídicas que la legislación laboral y mercantil les blinda “empiezan a suponer una carga relevante de trabajo”. Así lo manifiesta Alejandro Rey, socio de ABCGC Abogados en una entrevista con MERCA2.

Rey se refiere “especialmente” a los denominados ERTES (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo), ya que las compañías preguntan sin parar: el supuesto de hecho en el que aplican, las consecuencias tributarias y los procedimientos a seguir.

El sector donde más predominan las consultas es el hotelero “ante el parón de los desplazamientos de carácter turístico” que hace que las plantillas estén sufriendo las consecuencias.

Sin embargo, concretar en un único nicho del sector las consultas jurídicas que realizan las empresas “no sería realista en este momento” porque otros tantos sectores como el de la hostelería o el comercio, con la reclusión domiciliaria también están realizando consultas jurídicas estos días.

EL ERTE LLEVA AL ERE

En palabras del abogado, los ERTES implican una “solución laboral” pero también “una visión cortoplacista”, es la medida que ofrece la legislación laboral al empresario de manera temporal. Y en muchos casos actúa “como un parche”.

Pero las consecuencias de la crisis sanitaria deben analizarse conforme a un mayor plazo de tiempo, por ello entiende que los ERTES acabaran convirtiéndose en ERES y ello, muy probablemente, irá de la mano de concursos de acreedores.

Es decir, el elemento de temporalidad de los ERTES pasará a ser “algo definitivo”. Los empleados verán extinguida su relación laboral con la empresa para paliar los efectos nocivos que la crisis del coronavirus haya causado.

Tanto es así, que organismos como el Banco Central Europeo, ya han anunciado ayudas y condiciones de financiación que en principio deberían de mitigar las consecuencias de esta crisis sanitaria histórica.

Pero no es menos cierto que la presidenta del BCE ya ha advertido de la necesidad de actuar con celeridad y determinación para evitar situaciones como la crisis del 2008. «Ese año, los concursos de acreedores en España se triplicaron respecto a 2007″.

ALEMANIA SE ADELANTA

Hay países que ya están poniendo solución a esto, no es el caso de España. Pero si de Alemania, que a través de su Ministerio Federal de Justicia “en un alarde de celeridad normativa” ha suspendido la obligación que pudiera venir impuesta de solicitar el concurso de acreedores hasta el 30 de septiembre.

En este sentido, Alejandro Rey destaca que antes de acabar en procedimiento concursal, “es importante recordar al empresario y empleador que existen mecanismos previos” como el denominado 5 bis de la Ley Concursal, también conocido como preconcurso.

Este resorte dota de un pequeño colchón temporal (cuatro meses) para negociar con trabajadores, paralizar ejecuciones hipotecarias, y cumplir aquellas obligaciones impuestas al administrador de la mercantil por la Ley Concursal en cuanto a la necesidad de solicitar el concurso.

¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN ESPAÑA?

En España, multitud de empresas ya han anunciado un ERTE, algunas con carácter retroactivo. No se salva ningún sector. Por ejemplo, en hostelería ya lo han hecho Vips, Domino’s o Burger King. También en el sector de automoción, Seat, Renault o Nissan han anunciado lo mismo.

Al igual que en el textil, donde se prevé que lo anuncie El Corte Inglés y ya lo ha hecho Tendam, la empresa dueña de marcas como Cortefiel , Springfield o Women’secret. Sin embargo, el sector más perjudicado es por su puesto, el sector turístico.

La última compañía en caer ha sido Meliá. La firma de hoteles ha comunicado a los sindicatos que practicará próximamente un ERTE, despidos temporales, y cerrará distintos hoteles. Norwegian, ha tenido que parar su actividad en seco y anunciar que despide al 90% de la plantilla.

Y de la misma manera, IAG (la matriz de Iberia) está adoptando medidas para reducir los gastos operativos. Entre ellos, suspender temporalmente contratos de trabajo, reducir horas de trabajo e implementar opciones de vacaciones voluntarias no pagadas.


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