S&P Global ha asegurado que la pandemia del coronavirus Covid-19 ha llegado en el peor momento para los bancos europeos, ya que las perspectivas económicas se han debilitado, se encuentran en un contexto de tipos de interés negativos, tienen que derivar inversiones a la digitalización y deben ser muy dinámicos para hacer frente a los cambios tan rápidos de la competencia.
Ahora, los efectos de la expansión de este virus en las economías, aunque probablemente desiguales entre regiones, serán clave para probar la calidad de los activos y los ingresos. S&P advierte de que el Covid-10 agravará las débiles ganancias subyacentes de algunos bancos que realizan su actividad en un entorno operativo deteriorado.
En este sentido, S&P ha señalado que la respuesta de las autoridades globales a la situación ha provocado revisiones a la baja de las proyecciones de crecimiento económico mundial y regional. «Esto también ha llevado a una fuerte caída en la mayoría de los precios de los activos», ha apostillado.
Así, aunque ha reconocido que la respuesta fiscal de Europa aún se encuentra en una etapa temprana, cree que «será fundamental para amortiguar los riesgos a la baja de una recesión más prolongada. También ha recordado las recientes medidas tomadas por el Banco Central Europeo (BCE) permitiendo a las entidades operar de forma temporal por debajo de los niveles definidos en los requisitos de capital.
Con todo, S&P cree que la «gran mayoría» de entidades están «bien» posicionadas para hacer frente al difícil periodo que está por venir. No obstante, ha precisado que los bancos que tengan demasiada exposición a los sectores más afectados podrían tener algunos problemas.
«Si la pandemia desaparece en el segundo trimestre de 2020 y la respuesta de la política ha sido efectiva, la mayoría de los bancos capearán la desaceleración moderada sin mayores problemas», ha aseverado S&P.
Sin embargo, la incertidumbre sobre su desarrollo sigue siendo alto, por lo que se continuará supervisando la situación de cerca y, cuando sea necesario, reevaluará su impacto en la economía y en las entidades financieras.