A la hora de emprender son muchos los que escogen hacerlo a través de la figura del autónomo. Pero puede que llegado un determinado momento, si tu nivel de negocio aumenta mucho, ya no te salga rentable esta opción y sea mejor constituir una sociedad. Hacer el cambio no es tan complicad como parece, pero debes saber acertar con el momento para pasar a trabajar bajo el amparo de una persona jurídica.
De entre las muchas opciones que puedes elegir, quizá la más adecuada sea la de Sociedad de Responsabilidad Limitada, lo que conocemos comúnmente como una SL. ¿Quieres saber si ha llegado el momento de crear tu propia entidad mercantil? Vamos a ver algunas razones que pueden convencerte de hacer el cambio.
2Reduce la carga fiscal
Increíble pero cierto, un autónomo soporta más carga fiscal de la que soporta una empresa. Esto es debido a que como trabajador por cuenta propia tributas a través del IRPF, mientras que una sociedad lo hace a través del Impuesto de Sociedades. De hecho, las nuevas sociedades pueden beneficiarse de un tipo todavía más reducido durante los dos primeros años de actividad.
En el IRPF la tributación es progresiva, de forma que pagas más cuanto más ganas. Pero en el Impuesto de Sociedades el gravamen es menor y existen más exenciones. Es decir, que si estás ganando mucho, más que buscar fórmulas para pagar menos IRPF te compensa optar por la modalidad de sociedad.