Emprender no es fácil, pero a la hora de hacerlo puedes elegir entre diferentes formas jurídicas. Puedes trabajar por tu cuenta como autónomo o montar una sociedad mercantil. Pero también tienes la opción de escoger un paso intermedio, ser un autónomo societario. Una figura controvertida y sobre la que suele haber muchas dudas, pero que también tiene muchos beneficios.
Si tienes esta condición debes saber que tu régimen jurídico es algo diferente a otros autónomos. Incluso tu modo de cobrar y tributar puede ser diferente. Pero no te preocupes, vamos a ver todo esto con más detalle a lo largo de este artículo, así que te recomendamos que no te lo pierdas.
2Requisitos para ser un autónomo societario
Para que un autónomo societario pueda darse de alta bajo ese título, antes debe de cumplir algunos de estos requisitos. En la sociedad de la que es parte debe tener, al menos, un 25% de las participaciones, así como desempeñar un puesto de dirección o gerencial. O bien tener como mínimo el 33% del capital de la empresa y, además, hacer actividades laborales en ella.
También es posible que el autónomo no participe directamente en la sociedad. Aún así, se considerará que es autónomo societario si no participa propiamente en la sociedad, pero tiene una relación o convivencia con alguno de los socios que tenga, al menos, el 50% del capital.