Estas son las etiquetas de la DGT que usan los híbridos

El sistema de etiquetas DGT es válido para regular las emisiones de dióxido de nitrógeno que repercuten en el medio ambiente y que producen todos los tipos de coches. Hace poco corría el bulo de que el Gobierno se está planteando cambiar este sistema, estando mucho más pendiente de su uso. Pero no esto no es cierto.

Aunque el sistema podría tener algunos fallos, el cambio en la etiqueta de los híbridos no es cierto. Este sistema de medición de emisiones por etiquetas se incorporó en el pasado 2016. No obstante, parece que desde entonces sus modificaciones han estado más bien en pausa. Y seguirá siendo así.

Tal ha sido su auge, que ahora parece que está incluso mal visto tener un coche con la etiqueta B (la amarilla) o la C (la etiqueta verde). Descubre qué etiquetas DGT usan los coches híbridos y, en caso de que tengas o vayas a tener uno, tendrías que colocar en la luna del mismo para no sufrir ninguna multa por parte de los agentes.

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La etiqueta que deben llevar los híbridos

Los híbridos pueden llevar dos tipos de etiqueta de acuerdo al tipo que sean. Estas dos etiquetas son la 0 y la que indica el distintivo ECO. Ambas representan aquellos vehículos menos contaminantes para el medio ambiente. Sin embargo, existen algunas diferencias entre ellas que debes conocer en el caso de que desees adquirir un vehículo de este tipo.

La pegatina tipo 0 es de color azul. Esta incluye todos aquellos coches de emisiones cero al medio ambiente según la fuente de energía que es empleada por los mismos. Entre ellos, destacan los vehículos eléctricos de batería; los de autonomía extendida; y los eléctricos híbridos enchufables con una autonomía mínima de 40 km, así como los de pila de combustible.

Aquellos cuyo distintivo es la etiqueta de la DGT Eco, de color azul y verde, cambian con respecto a los anteriores. En esta están incluidos los vehículos ligeros y turismos con cualquier de las fuentes de energía anteriores y que sean compatibles con combustible de gasolina de las emisiones que marcan las normas Euro 4, 5 o 6, y las de diésel Euro 6. Aquí se incluyen los vehículos híbridos no enchufables y los híbridos enchufables con una autonomía menor de 40 km. Así como los propulsados con gas natural o licuado de petróleo.