domingo, 24 noviembre 2024

Dormir mal aumenta el riesgo de morir por una enfermedad cardiovascular

El sueño es un estado fisiológico al que el ser humano dedica un tercio de su vida y durante el que ocurren una serie de procesos fisiológicos necesarios para mantener un equilibrio físico y psíquico. Así, el Hospital Quirónsalud Málaga, con motivo del Día Mundial del Sueño, quiere transmitir a pacientes y población general la importancia de un descanso saludable y la necesidad de corregir sus posibles perturbaciones.

Los especialistas de los equipos multidisciplinares que componen la Unidad del Sueño del Hospital Quirónsalud Málaga ofrecen una serie de recomendaciones para tener un descanso saludable, como realizar deporte moderado a diario, no tomar cenas copiosas, evitar bebidas estimulantes o mantener horarios regulares de sueño.

El objetivo principal de este día es alertar a la sociedad de que unos incorrectos hábitos de descanso nos pueden costar la vida. Según el doctor José Daniel Alcázar, jefe del servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Málaga, «la falta de sueño disminuye la calidad de vida; dormir más de ocho horas o menos de cuatro aumenta notablemente, en las personas mayores, el riesgo de morir por enfermedad cardiovascular, como se ha demostrado en distintos estudios médicos». Además, «se asocia el sueño de corta duración con el aumento de peso, especialmente en jóvenes; y la falta de sueño o sueño de mala calidad, con importantes problemas de salud, como obesidad, diabetes, afectación del sistema inmunitario e incluso algunos cánceres», advierte el doctor Alcázar.

Alteraciones del sueño

Los expertos advierten de que el 15% de la población actual tiene alteraciones crónicas en el sueño; y del 35% hasta el 50%, las tienen de forma transitoria, siendo el insomnio la primera causa de esta problemática y los trastornos respiratorios, la segunda. La interrupción frecuente de la función respiratoria durante el sueño es un desorden generalizado y común llamado apnea del sueño, que afecta a 17% de los hombres y 9% de las mujeres de mediana edad. Muchos trastornos del sueño son prevenibles o tratables; sin embargo, menos de un tercio de los pacientes buscan ayuda profesional.

Insomnio

«El trastorno del sueño más frecuente, sin lugar a duda, es el insomnio y la causa más frecuente del mismo es la ansiedad», asegura el doctor José Daniel Alcázar.

El insomnio consiste en la incapacidad para conciliar el sueño o permanecer dormido. Puede ser motivado por cambios fisiológicos, por estilo de vida, por medicación o por determinadas patologías. En cuanto a la tipología, el insomnio puede ser transitorio, si dura menos de tres semanas; o crónico, si supera las tres semanas de duración.

La mejor manera de asegurar un sueño reparador es «mantener un hábito de vida regular», además de, continúa diciendo el doctor Alcázar, «intentar no dormir siestas superiores a media hora, no tomar bebidas excitantes o no realizar actividades físicas o intelectuales muy intensas antes de dormir».

El ronquido y el síndrome de apnea obstructiva del sueño

El ronquido es un fenómeno acústico que se produce por la obstrucción del flujo de aire a través de la boca y la nariz y la consecuente vibración de los tejidos de la parte superior de las vías respiratorias. Afecta hasta a un 30% de la población, con una incidencia superior en hombres que en mujeres y en aumento en proporción a la edad. Roncar puede ser signo de una apnea del sueño, un trastorno que ocasiona dejar de respirar durante unos segundos mientras se duerme y que padece un 4% de la población.

El ronquido, señala el doctor Rafael Ruiz-Rico, jefe del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Quirónsalud Málaga, «además de ser algo muy molesto para el descanso de los compañeros de cama, es un paso previo en algunos casos a desarrollar un síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS), que tiene consecuencias importantes en la salud de los pacientes». El SAOS consiste en pausas respiratorias repetidas durante la noche, de forma que «la oxigenación de los órganos (cerebro, corazón, pulmones, etc.) se ve comprometida, pudiendo ocasionar somnolencia diurna, hipertensión arterial, diabetes, aumento de peso, falta de concentración o cambios de carácter», añade el especialista.

El síndrome de apnea obstructiva del sueño es una de las perturbaciones del sueño más prevalentes en la población general, con importantes secuelas fisiopatológicas que empeoran la calidad de vida de los pacientes y llegan a producir un aumento de accidentes de tráfico y una mayor tasa de mortalidad. De ahí, como advierte el doctor Ruíz-Rico, «la vital importancia de acudir al especialista ante un ronquido habitual y persistente para diagnosticar de forma precoz la causa de la obstrucción, poner solución e incluso evitar la presencia de un síndrome de apnea obstructiva del sueño».


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